domingo, 10 de marzo de 2013

DIA DEL EJERCITO PERUANO

Compatriotas del Ejército
Capitán Eloy Villacrez
Hoy es 9 de diciembre del 2012, aniversario de la Batalla de Ayacucho, instituido como el día del Ejército Peruano, leo con asombro las declaraciones del Ex Comandante General del EP Otto Guibovich, con referencia a nuestras relaciones futuras con Chile, después de la Haya.
Expresa que este tema nos mantuvo separados y que en el futuro nos debe encontrar unidos, ingresando hacia un terreno de hacer una alianza estratégica de Ejércitos, puesto que la voluntad de desarmarnos, es consecuencia de una nueva política de paz, lo aterrador es que afirma que los acuerdos del año 1952, si bien no constituye la delimitación de una frontera, puede servir de base para establecer los límites definitivos.
Este mensaje subliminal de una aceptación de nuestro destino nacional unido al país que mutiló nuestro territorio, negando la doctrina no escrita en nuestro ejército, que la difícil y sangrienta vecindad, es consecuencia de una necesidad manifiesta de expansión geoeconómica de Chile hacia el Perú, para solucionar en un futuro las serias limitaciones que tiene Chile en energía y agua, de paso sellar con un candado perpetuo las aspiraciones bolivianas de salida al mar, de esta manera siempre tendríamos límites geográficos con Chile.
Desde que se produjo la invasión chilena hacia el Perú, desde antes de la Guerra del Pacífico, la capacidad sensualizadora de los grupos sociales chilenos para acercarse a nuestros grupos sociales dominantes, tuvo un sólo norte, que el Perú acepte la mutilación de Arica y Tarapacá, al parecer en diferentes épocas existieron corrientes de acercamiento con el fin que aceptemos que la “victoria da derechos” y que la “voluntad del vencedor se impone sobre el vencido”, política esgrimida por Chile en todos sus actos. Es doloroso reconocer que muchos peruanos, aceptaron esa ignominia, solamente para satisfacer sus intereses, lo cual se repite hoy.
El punto de inflexión fue el interés de Velasco en 1975, en recuperar los territorios perdidos en la Guerra del 79, poderosas fuerzas del exterior (Léase EE UU), comprendieron que mientras una institución como era la Fuerza Armada Peruana, mantuviera vivo el recuerdo de la revancha, no era factible para el modelo neoliberal hacer un bloque económico que se plasmó con el Grupo Pacífico Sur, compuesto por Méjico, Colombia, Panamá, El Perú y Chile.
Con esa óptica de “olvido de Arica y Tarapacá peruanos”, a partir de Fujimori, esas fuerzas antinacionales, comandadas por Nicolás de Bari Hermoza, se prestaron a la formulación de una doctrina formativa en los cuadros de la FA del Perú, a fin de desterrar cualquier posibilidad de patrocinio castrense de cambio del modelo de desarrollo, para ese efecto debieron “organizar” la carrera militar de los más aptos y proclives a esa idea de sustentar un desarrollo neoliberal, para que alcancen los más altos niveles.
Es así, que proyectan como cabezas de pirámide de cada promoción a los que aceptan el modelo subordinado al eje de poder central de los EE UU, estructurando los sucesivos cuadros de oficiales, para ocupar vía ascenso jerárquico los altos niveles institucionales, con la condición no escrita de aceptar su disposición a participar en el modelo de desarrollo neoliberal..
De esta manera se constituye la continuidad profesional con elementos proclives al olvido del sentimiento de patria y nación, transformando la nueva mentalidad militar de los altos cuadros en hombres de negocios con la base del presupuesto nacional.
Con esa materia prima cerebral, reduciendo paralelamente la exigencia intelectual, para que la institución militar no tenga capacidad de sugerir algo en bien de nuestro destino nacional, se observan situaciones muy preocupantes de una conducta servil frente a las apetencias transnacionalizadoras, descartando cualquier posibilidad de acercamiento al grupo de países que plantean independencia del modelo neo liberal, como es Brasil, Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia.
Se observa, que dentro de la lucha de “almagros y pizarros” por el botín presupuestal en el Perú actual. Llegan al Comando de las FF AA generales y almirantes, que responden a una sola idea, servir al modelo neoliberal y eso obliga a llegar a un acuerdo con Chile, sabiendo que ese país busca el desarrollo con el uso de los recursos que el Perú tiene.
Se interpreta de esa manera que los comandos de las FF AA, en especial del EP, que es la institución de mayor relevancia, se confía a oficiales que son seriamente cuestionados por razones morales y en el caso de Guibobich, vuelve al servicio activo estando en retiro por medida disciplinaria con una simple decisión administrativa de Toledo, por ello interpreto que sigue cumpliendo el libreto impuesto y que tácitamente acepto cumplir ese rol, ahí viene la cobertura de prensa que tiene, el centimetraje periodístico, los minutos de TV , para expresar ideas monótonas y reiterativas serviles al poder transnacional.

Aún recuerdo hace unos días, con ocasión del día de infantería, aniversario de la batalla de Tarapacá, Guibobich, tuvo a su cargo el discurso de orden en el club Tarapacá, no hizo mención que en el corazón de los peruanos ese territorio nos pertenece y que no existía ninguna razón para cultivar una amistad con Chile, debido a su proclividad histórica al uso de la fuerza y su interés expansionista. Cuando terminó de hablar me acerque y le manifesté el deseo que había en el auditórium para plantear una alerta frente a las apetencias históricas de Chile y lo que es mas nuestra disposición, una vez terminado el tema de la Haya a recordar que aún los temas de soberanía de Arica y Tarapacá, debían discutirse, si bien hay tratados impuestos por la fuerza esos territorios requieren una justicia histórica, no recibí ninguna respuesta coherente, en el ánimo condescendiente, pensé que era una omisión involuntaria, pero ahora con las declaraciones formuladas, concluyo que está cumpliendo un papel de antipatria y de responder a intereses extranacionales, queda por tanto como esperanza para que nuestro país encuentre su camino de justicia histórica, se deben nuclear a los cuadros militares dentro de un clan secreto con el objetivo de alcanzar dos vectores, uno formular un modelo económico que responda a nuestra historia y dos, acercarnos al otro bloque, formado por Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, países que buscan el desarrollo dentro de una relación de paridad y no como es el eje del Pacífico, subordinado a los intereses de EE UU, que jamás serán los nuestros.

Compatriotas del Ejército en nuestro día les pido repensar nuestro destino de nación y que nuestra institución recupere el sitio dentro del desarrollo que tienen las instituciones militares de todos los países del mundo.

El reto es inmenso, hay que rebobinar todo el cassete desde Velasco, para que recuperemos nuestro ser institucional. Siento tristeza que no pueda dar un mensaje de optimismo en este día, creo que los guerreros que dieron su vida en Ayacucho, sí volvieran a la vida nos abofetearían por haber sido débiles en defender nuestra sociedad y a nuestro pueblo colocándolo a expensas de los intereses del exterior.

El Perú es más grande que sus problemas, Viva el Perú