miércoles, 23 de agosto de 2017

A CERCA DE LAS DESREGULACIONES



Los comunistas frente al sistema de regulaciones
Todos los países implementan sistemas de regulaciones para que sus economías se desarrollen en armonía social de tal modo que el excedente obtenido se redistribuya mejorando el bienestar de sus pueblos; entonces así se invierte en un eficiente sistema de salud y de servicios sanitarios, en educación de calidad en todos los niveles, en optimizar y generar energía eléctrica para incrementar la producción de bienes y servicios, también para ampliar la infraestructura como la creación de más hospitales, más centros educativos y más vías de comunicación para trasladar sin demora los productos a los mercados.
Así tenemos que los trabajadores tienen asegurado el trabajo con sus derechos adquiridos  garantizados y defendidos por su organización sindical que se respeta, las empresas pagan sus tributos como manda la Ley y en los plazos establecidos, los bancos son obligados a transparentar sus transacciones de tal modo que no haya movimientos sucios con las especulaciones y son regulados para que abonen una tasa de interés a los ahorros; eso se da y sucede en menor a mayor grado en todos los países del mundo.
En el Perú, desde 1990 se da todo lo contrario para el drama de la mayoría de peruanos; con la entrada del Sr. Fujimori a la presidencia, empiezan las desregulaciones. Se desactivó la inversión del Estado y todas las empresas fueron  entregadas a los “inversionistas” extranjeros quienes no contentos con las ventajas obtenidas (casi donaciones), exigieron “condiciones favorables para la seguridad de las inversiones realizadas”, ¿cuáles fueron esas condiciones exigidas por los “inversionistas”?; en primer lugar anulación de la banca especializada y apertura de agencias de bancos extranjeros; además exigieron, “flexibilización” de la legislación laboral; así tenemos la quiebra de todos los bancos de fomento, las mutuales y las cooperativas de crédito, el despido de miles de trabajadores y modificación de la legislación laboral quitando derechos, propiciando los despidos arbitrarios y sobre todo desarticulando la organización sindical y desnaturalizando su objetivo real.
Entonces tenemos que en los primeros años de la década de 1990 hubo zozobra, ¡un shock!, en el ambiente laboral que hasta ahora cuesta recuperar pero además ha seguido y sigue el golpe a los trabajadores, a los pequeños agricultores y a los pequeños empresarios y no podemos reaccionar apropiadamente.
Los “inversionistas” exigieron una nueva Constitución para “garantía de sus inversiones” y el llamado “chinito” se los dio todo en bandeja, (aquí hay un enorme problema de corrupción aún no investigado); pero además los “inversionistas” por intermedio de sus conspicuos voceros, la CONFIEP,  SNI; han venido exigiendo anulación de lo que ellos llaman “sobre costos laborales”; es decir nada de CTS, nada de gratificaciones, nada de seguro social ni pensiones, que todos esos pagos sean asumidos únicamente por cada trabajador, si es que puede.
Las transnacionales y sus representantes, no se quedan ahí, retienen los impuestos año tras año y no trasladan al fisco y cuando alguien les exige cumplimiento; dramatizan su caso y claman la aplicación de una sugestiva iniciativa: “si pagamos vamos a despedir a muchos trabajadores, más bien hay que anchar la base tributaria”; traduciendo a “leguaje peruano” quiere decir: obligar a que paguen impuestos las bodegas, los mercados, los ambulantes; mientras que los grandotes se llenan los bolsillos. Aquí recordamos la respuesta de un empresario norteamericano a la pregunta de un periodista cuando estalló la crisis financiera en EEUU, le dice el periodista: “Señor si ustedes pedían nada de controles, desregulación total, ¿qué puede decir a esto?”; el empresario responde: “los empresarios somos ambiciones, exigimos, claro,  si nos dan, siempre hay algo más que pedir”, esa es la verdad, ese es el fondo del problema.
Últimamente sectores populares se están dando cuenta del abuso del poder que hacen las transnacionales y sus representantes en el País y han empezado a reaccionar, por eso ya no se les escucha de seguido a voceros de la CONFIEP ,  SNI; pero sus “mejores” representantes están en el Gobierno y en el Congreso. Ya hay una Ley Pymes dando facilidades a las pequeñas y microempresas con recorte de beneficios laborales, beneficios tributarios y facilidades crediticias; entonces algunos grandes empresarios se  dieron cuenta que ahí está lo que engorda más, quebraron sus empresas y crearon varias pequeñas empresitas para eludir una serie de pagos. Ahora, el Gobierno, en comunión con los congresistas fujimoristas y apristas, quiere oficializar ese sistema, recortando más derechos laborales y seguir restringiendo las libertades sindicales.
Los comunistas denunciamos que todo esto es un sistema perverso y corrupto que hay que parar, denunciamos que congresistas fujimoristas y apristas  están defraudando a quienes votaron por  ellos,  al chantajear permanentemente al Gobierno para que acelere la implantación de medidas antipopulares . Es el pueblo quien tiene que tomar la decisión de tumbar este sistema podrido.
Por decir la verdad a los comunistas nos silencian en todos los medios y piden represión para todos los que “no se alinean al sistema”, nos acusan de “terroristas”, de “sembrar el odio por promover la lucha de clases”; ¿no es terrorista acaso el que quita derechos a trabajadores y paga salarios miserables? La lucha de clases no lo han inventado los comunistas, ni Carlos Marx la inventó, él descubrió que la lucha de clases existe desde que apareció la propiedad, donde el propietario de bienes y servicios contrata a trabajadores, estos defienden su salario pero el patrón quiere ganar cada vez más. Entonces los comunistas no hemos inventado nada la lucha de clases se da permanentemente en forma natural, todos los días en las fábricas, en los talleres en todo lugar donde haya patrón y trabajadores.
También dicen que los comunistas somos “dictadores”, nosotros les contestamos ¿qué clase de sociedad es esta donde desde arriba se impone todo a la fuerza excluyendo al otro sin siquiera escucharlo?, eso es dictadura de una clase sobre otra. Los comunistas peleamos y exigimos que el Estado deba ser administrado en función de las personas, para servir a la mayoría de ciudadanos si eso es dictadura, en buena hora.
El pueblo peruano es humilde, honesto y trabajador; no lo provoquen, la tolerancia y la pasividad tienen su límites.
Ignacio Moreno Reyes

No hay comentarios:

Publicar un comentario